
Publicado: abril 9, 2025
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, propuso el miércoles el posible retorno de tropas estadounidenses a territorio panameño con el propósito de reforzar la seguridad en torno al Canal de Panamá, una idea que ya genera reacciones encontradas en el país centroamericano.
La declaración se dio en una conferencia de prensa en Ciudad de Panamá, en el marco de ejercicios conjuntos que realizan militares estadounidenses y panameños, y que han sido frecuentes en los últimos años en el contexto de cooperación regional en seguridad.
Seguridad compartida: una nueva etapa militar entre EE. UU. y Panamá
Durante su intervención, Hegseth afirmó que la intención es explorar operaciones conjuntas rotativas que permitan a las fuerzas armadas de ambos países trabajar codo a codo para proteger la soberanía del canal interoceánico.
“Es una oportunidad para reactivar, ya sea una base militar, una estación aeronaval, o espacios similares donde nuestras tropas puedan colaborar en labores de seguridad”, expresó el funcionario, dejando entrever la intención de revivir algún tipo de presencia militar norteamericana en Panamá.
Reacciones divididas: entre el apoyo estratégico y la sensibilidad histórica
La propuesta no llega en un vacío. En marzo pasado, NBC News ya había reportado que la Casa Blanca solicitó al Pentágono estudiar alternativas para aumentar su presencia militar en Panamá, según fuentes anónimas del gobierno estadounidense.
Este tipo de afirmaciones generaron inquietud en amplios sectores de la población panameña, que recuerdan con claridad el retiro definitivo de las tropas estadounidenses en 1999, tras décadas de ocupación y administración del canal.
Panamá abolió su ejército tras la invasión estadounidense de 1989, en la que fue capturado el entonces dictador Manuel Antonio Noriega, bajo acusaciones de narcotráfico. Desde entonces, el país ha mantenido una política de seguridad nacional sin fuerzas armadas permanentes, apostando por la cooperación internacional bajo términos estrictamente civiles.
Cooperación sí, ocupación no: una línea que no se debe cruzar
Hegseth aseguró que la intención no es “ocupar” ni establecer una base permanente, sino fomentar una presencia conjunta rotativa, en línea con los ejercicios de entrenamiento que ya se vienen realizando. Sin embargo, las palabras pesan, y la mención de una «mayor presencia» ha encendido el debate en redes sociales, medios de comunicación y círculos diplomáticos.
La situación plantea un delicado balance entre la cooperación militar y el respeto a la soberanía panameña, una discusión que inevitablemente trae a la mesa el recuerdo de una historia cargada de tensiones.
Lo que está en juego: canal estratégico en un mundo multipolar
El Canal de Panamá continúa siendo una vía estratégica para el comercio global, lo que convierte su seguridad en un tema de interés internacional. Para Estados Unidos, mantener influencia sobre esta infraestructura clave cobra aún más relevancia en un contexto de competencia global, especialmente ante la creciente presencia de China en América Latina.